Sábado de carnaval, en torno a las cinco de la tarde.
Viernes 4 de marzo de 2011, por Jilandero (actualizado el 4 de marzo de 2011)
El sábado de carnaval en torno a las cinco de la tarde se coloca la aguja en frente del ayuntamiento, en el cruce de caminos entre la calle la Cañada y la Calle el Barrio. La aguja es la escalera de madera donde se colocará al Peropalo cuando tenga que estar en su sitio entre vuelta y vuelta.
Su colocación en este lugar privilegiado es probablemente el origen del propio nombre del pelele. Pues investigadores medievalistas han reportado que "Peropalo" era el antiguo nombre que tenían los testafernos con los que se entrenaban para la batalla los antiguos caballeros medievales. Eran por tanto muñecos con figura humana y tamaño natural que se pinchaban en un palo para que pudieran girarse brúscamente y golpear cuando el caballero le golpeaba con la lanza sin acertar en el punto preciso. En el argot taurino, todavía ha quedado el uso del término hacer el "don peropalo" para recibir al toro quieto como un pelele sin inmutarse y girar a su paso.
La aguja, además permitirá que en los días siguientes el Peropalo se oriente a cada uno de los puntos cardinales. Tomás Salinero relata así el misterio de la orientación del Peropalo.
Una coplilla relata este hecho, aludiendo al ambiente de conflicto étnico en el cual se desarrollaron estos cantares.
El Peropalo de Hogaño que cuidado le da a ellos de que mire pa solano de que mire pa gallego |
Es por tanto la Aguja un elemento imprescendible para el correcto desarrollo de la fiesta y su colocación, aque antes transcurría sin pena ni gloria, se ha convertido en estos momentos en el catalizador de toda la energía de la juventud.
A pesar de los avisos de los peropaleros al respecto, que están deseando acabar de colocarla para poder empezar a tocar el tambor, los jóvenes gustan de subir a la aguja, saltar, y hacer el primer derroche de energía.
Como se puede ver en los vídeos, no es un acto recomendable para los no iniciados porque existe grandes probabilidades de romperse una costilla y fastidiarse el resto de las fiestas, cosa que ya le ha pasado a más de uno.
Un cantar moderno relata la alegría que se vive este acontecimiento en la actualidad:
El sábado de carnaval la aguja vuelve a su sitio nos tiznamos ya la cara y nos ponemos borrachitos |